sábado, 27 de febrero de 2016

Son las 6:00 AM y me despierto con unas ojeras enormes, quizá será porque decidí quedarme hasta tarde a leer ese libro de Chejov, o tal vez por mi insomnio testarudo que por más que le digo que se vaya decide quedarse, pienso que esta obsesionado conmigo y me tiene tan fastidiada; y sigo pensando sobre mi insomnio y no sé si odiarlo o compadecerme de él, creo que me siento tan culpable por tratarlo así, pero... ¡Ah que va se lo merece! en fin creo que es hora de olvidarme de eso y prepararme una taza de café, sí, seguramente eso debe ser una buena idea mientras continúo con el libro de Chejov. Después de leer veinte páginas del libro y de haberme bebido tres tazas de café creo que es suficiente, con eso basta para llenar mi corazón de alegría en todo el santo día.